Sir James: Siéntate Peter.
Peter: Mamá lo volvió a pegar después de que yo lo destrozara y luego, cuando vi la obra, me puse a escribir y ya no he podido parar.
Sir James: Ella estaría encantada de saberlo. Oye… acabo de hablar con tu abuela y me quedo… para siempre…
Peter: Siento haberme portado tan mal.
Sir James: No te preocupes.
Peter: Es que… creía que ella nunca se iría…
Sir James: Yo también, pero de hecho… no se ha ido porque está en cada página de tu imaginación… siempre la tendrás aquí… Siempre.
Peter: Pero… ¿Por qué tuvo que morir?
Sir James: El porqué no lo sé… cuando piense en tu madre siempre recordaré lo feliz que estaba sentada en el salón, viendo una obra sobre su familia, sobre sus hijos… que nunca crecieron… Se fue al país de Nunca Jamás y puedes visitarla siempre que quieras si tu mismo viajas hasta allí.
Peter: ¿Cómo?
Sir James: Creyendo que existe, Peter… Sólo hay que creer…
Peter: …Ya la veo…
Descubriendo Nunca Jamás
3 comentarios:
Imaginación, memoria, afecto en la misma coctelera.
Esto es el diálogo final, ¿no? Una película desigual. Pero una selección acertada a la que no le hubiera venido mal un comentario, aun breve.
La idea sin duda es muy buena, chicas. Algo así hice yo en otros tiempos y otros lugares.
Pero concuerdo en que le falta un toque personal...siempre es un gusto leeros.
Un par de besos.
Chicas, se os echa de menos...pues si que os tienen esclavizadas con los deberes, ¿no?
Un beso.
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